En la India
cazan a los chacales en forma peculiar.
Un
hombre imita la llamada de una manada de chacales y
agita un manojo de hojas secas
Caza
mayor
William
Long, en su interesante libro: "Beasts of the
Field", describe cómo llamó una vez a un alce.
El alce es una especie de venado, pero muy grande,
que tiene una enorme nariz panda. Vive en las selvas
de América del Norte y Canadá; es muy difícil
acercársele y muy peligroso cuando está enojado.
Long
andaba de pesca a bordo de una canoa, cuando escuchó
la llamada de un alce en la selva y, por divertirse,
se le ocurrió desembarcar y, cortando un pedazo de
corteza de abedul, la enrolló para hacer con ella
una especie de bocina de unos veinticinco
centímetros de largo: quince en la parte más ancha
y cinco en la más angosta. Con ella procedió a
imitar el rugido de un alce. El efecto fue tremendo.
Un viejo alce se dejó venir destrozando cuanto
encontraba a su paso y aun se echó al agua y trató
de alcanzar a Long, quien sólo remando con ahínco
pudo salvarse.
Uno de
los grandes deportes es la caza mayor, es decir, la
de elefantes, leones, rinocerontes, jabalíes,
venados y toda esa clase de animales. Pero tiene uno
que ser muy buen Scout si desea tener éxito en ella.
Hay en
esto mucha emoción, pero también mucho peligro. En
ella se emplea todo cuanto os he dicho respecto a
observación, acecho y ocultación. Además hay que
saber todo lo relativo a los animales, sus hábitos y
sus costumbres.
...después
se tira al suelo y levanta una polvareda.
El
chacal viene corriendo a tomar parte de la lucha y es
atrapado rápidamente.
He dicho
que la "caza", o el "ir tras de"
la caza mayor, es un gran deporte, pero no he dicho
que disparar o matar la caza sea un gran deporte,
pero no he dicho que disparar o matar la caza, ya
que, mientras más estudia uno a los animales, más
cariño les toma. Pronto se da uno cuenta de que ya
no se le antoja matarlos por matarlos.
También,
mientras más se les observa, más se admira la obra
maravillosa de Dios en su creación.
La
vida aventurera de la caza
Toda la
diversión de la cacería está en la vida de
aventura en la selva: en el albur, que suele
presentarse, de que sea el animal el que trate de
cazarlo a uno, en vez de que uno trate de cazarlo a
él; en el interés del rastreo, del acecho, de ver
qué es lo que hacen, cuáles son sus hábitos
aprender todo lo que se relaciona con los animales.
El mero hecho de dispararles es sólo una mínima
parte de la diversión.
"Dispararles"
con la cámara
Ningún
Scout debe jamás matar a un animal sin razón
suficiente y, en caso que tenga que hacerlo, deberá
ejecutarlo con rapidez, en la forma más efectiva
para causarle el menor sufrimiento posible.
De
hecho, muchos de los cazadores actuales prefieren
"dispararles" con la cámara y no con el
rifle, ya que esto produce los mismos resultados
interesantes, excepto cuando el cazador y sus
ayudantes nativos están hambrientos, en cuyo caso,
por supuesto, hay que matar a los animales que sean
necesarios.
Mi
hermano fue un gran cazador en el Este del Africa y
practicó mucho este deporte con la cámara, viviendo
en la selva, rastreando, acechando y, al final,
retratando elefantes, rinocerontes y otros grandes
animales.
Cuando
tratéis de disparar con vuestra cámara a la caza
mayor,
debéis
tener ojos en la nuca, pues de otra manera, la caza
puede sorprenderos.
Un día
había logrado arrastrarse hasta muy cerca de un
elefante, colocando su cámara y enfocándola para
retratarlo cuando su criado nativo le gritó:
"¡Cuidado, señor!" Y echó a correr. Mi
hermano se dio vuelta encontrándose con un elefante
enorme que se dirigía hacia él por lo que disparó
la cámara y se echó a correr también. El elefante
llegó hasta la cámara y, al parecer, dándose
cuenta que se trataba de una simple cámara
inofensiva, se detuvo y, riéndose de su
irritabilidad, cabeceando, se volvió a internar en
la selva.
El libro
de Schilling: "With flashlight and rifle in
Africa" es una interesantísima colección
de fotografías de animales salvajes, la mayor parte
obtenidas de noche, con magnesio que prendían los
mismos animales por medio de alambres colocados
estratégicamente para que, al tropezar con ellos,
establecieran el contacto. De esta manera, Schilling
obtuvo espléndidas fotografías de leones, hienas,
venados de todas las clases, cebras otras bestias.
Hay una, magnifica, de un león en el aire, brincando
sobre un gamo.
Jabalíes
y panteras
El
jabalí es, en verdad, el más bravo de los animales.
El es el verdadero "Rey de la Selva" y
todos los demás animales lo saben. Si observáis de
noche un charco de la selva a donde vayan a beber los
animales, os daréis cuenta que se acercan
arrastrándose nerviosamente, mirando en todas
direcciones en busca de enemigos emboscados. Pero si
es un jabalí el que se acerca, lo hará
despreocupado, balanceando su gran cabeza, con sus
brillantes colmillos, de un lado para otro. No le
teme a nadie, pero todos le temen a él. Aun el
tigre, si está bebiendo en el charco, dará un
gruñido y se alejará presuroso.
Con
frecuencia me he agazapado en la selva, en una noche
de luna, para observar a los animales, especialmente
a los jabalíes.
Una
pantera pequeña puede ser un animal doméstico bello
y Deliciosamente juguetón.
Y
también he cazado y criado un pequeño jabalí y una
pequeña pantera, encontrándolos muy divertidos e
interesantes. El jabalí vivía en mi jardín. Nunca
llegó a ser verdaderamente manso, aun cuando lo
capturé muy pequeño. Venía a mí cuando lo
llamaba, pero muy cautelosamente. Nunca obedecía a
un extraño y, a un nativo, se le echaba encima y
trataba de desgarrarlo con sus pequeños colmillos.
Acostumbraba
practicar con sus colmillos mientras daba vueltas, a
toda velocidad, alrededor de un tronco de árbol en
el jardín. Galopaba hasta él y a su alrededor,
describiendo la figura de un ocho, durante cinco
minutos consecutivos, para luego dejarse caer a su
lado jadeante por el esfuerzo.
Mi
pantera también era una bestia bella y
entretenidamente juguetona que acostumbraba andar
conmigo como si hubiera sido un perro. Pero era muy
poco de fiar en su trato con los extraños.
Pienso
que uno llega a conocer y entender más acerca de los
animales teniéndolos primero como favoritos
domésticos, para observarlos, después en su vida
natural y salvaje.
El
estudio de los animales en casa
Pero,
antes de estudiar a los animales grandes en la selva,
hay que estudiar, en casa, tanto a los domésticos
como a los salvajes.
El Scout
debe saber todo lo concerniente a los animales
domésticos que ve todos los días. Y, si vive en el
campo, todo lo relativo a limpiar alimentar y dar de
beber a un caballo, ponerle y quitarle las
guarniciones llevarlo a la caballeriza y conocer
cuando cojea y no debe trabajar.
Vuestro
perro
Un buen
perro es el mejor compañero de un Scout y éstos no
deben considerarse verdaderos Scouts hasta que hayan
adiestrado a un perro a hacer cuanto ellos desean.
Esto requiere una gran dosis de paciencia, de bondad
y de verdadera simpatía para con el perro. A los
perros se les emplea, con frecuencia, para buscar
hombres que se han perdido y para llevar mensajes.
El perro
es el más humano de todos los animales y, por tanto,
el mejor compañero del hombre. Siempre es cortés y
siempre está listo para jugar, de buen humor, leal y
cariñoso.
Dónde
estudiar a los animales
Por
supuesto que un Scout que vive en el campo tiene
mejores oportunidades para estudiar a los animales,
que uno que vive en la ciudad.
Sin
embargo, si vivís en una ciudad grande seguramente
habrá en sus parques una gran variedad de pájaros y
en su jardín zoológico casi todos los animales
existentes.
En las
ciudades más pequeñas es, quizás, más difícil;
pero algunas cuentan con un museo de Historia
Natural, donde una persona puede conocer el aspecto y
los nombres de muchos animales. Con respecto a los
pájaros, se les puede observar bastante en los
parques, o poniendo un comedero en la ventana de
nuestra propia casa. Pero lo mejor de todo es salir
al campo cuando tengáis algunas horas disponibles,
ya sea en tren, en bicicleta o a pie, y allí acechar
a los animales y a los pájaros, observar lo que
hacen, conocer varias clases y sus nombres, la forma
de las huellas que dejan sobre el suelo y, si se
trata de pájaros, sus nidos, huevos y otras cosas.
Si
tenéis la suerte de poseer una cámara, nada mejor
podéis hacer que principiar a formar una colección
de fotografías de animales y pájaros. Una
colección de esta naturaleza es diez veces más
interesante que las colecciones ordinarias que hacen
los muchachos de timbres postales y autógrafos.
Observando
a los animales
Todo
animal vale la pena de ser observado y es lo mismo de
difícil acechar a una comadreja que a un león.
Somos
propensos a pensar que todos los animales guían su
conducta por el instinto, es decir, por una especie
de idea que nace dentro de ellos. Por ejemplo, nos
imaginamos que una nutria pequeña nada de manera
natural en cuanto se le pone en el agua o que un gamo
pequeño huye del hombre por un temor natural de él,
que lleva dentro de sí.
William
Long, en su libro "School of the woods",
demuestra que los animales, en su mayor parte, deben
su astucia a sus madres, que los adiestraron cuando
pequeños. Él vio a una nutria llevar sobre su lomo
a dos de sus pequeñuelos al ir a nadar y, de
repente, sumergirse en el agua dejando a los hijos
luchar por un rato solos, aun cuando ella volvió a
la superficie muy cerca de ellos para observarlos y
ayudarles a nadar hasta la villa y, de esta manera,
gradualmente, enseñarles este deporte.
Una vez,
en el Este de Africa, pude ver a una leona, con sus
tres cachorros en fila, observándome al acercarme.
Parecía como si estuviera enseñando a sus pequeños
cómo debían comportarse en el caso de que un hombre
se les acercara. Evidentemente, les decía:
La
madre enseña a sus hijos.
Esta
leona parece decir a sus cachorros lo que deben hacer
en caso de que un hombre se acerque.
"Ahora,
pequeños, deseo que os fijéis en la apariencia de
un hombre blanco. Después, uno por uno debéis
saltar e iros de aquí haciendo un movimiento rápido
con la cola, y, tan pronto estéis fuera de su vista,
entre el pasto, os arrastraréis hasta que quede él
entre el viento y vosotros Luego, le seguiréis,
siempre él entre el viento y vosotros, de manera que
podáis olfatearle y él no pueda dar con
vosotros".
Aves
El
hombre que se dedica al estudio de las aves se llama
ornitólogo. Mark Twain, el divertido y bondadoso
escritor norteamericano, dijo: "Hay personas que
escriben libros acerca de los pájaros y que los aman
tanto, que pasan hambre y desvelos con tal de
descubrir una nueva ave y
matarla.
Se les
llama 'ornitólogos."
"Yo
pude haber sido un ornitólogo, pues siempre amé a
los pájaros y todas las criaturas y hasta principié
a estudiar cómo serlo. Pero un día, vi a un pájaro
parado sobre una rama seca de un árbol muy alto, que
cantaba con la cabeza echada hacia atrás y el pico
abierto y, antes de pensarlo siquiera, le disparé
con mi escopeta. Se interrumpió bruscamente su canto
y cayó de la rama flácido como un trapo. Yo corrí
a levantarlo: estaba muerto. Su cuerpo aún estaba
caliente, pero su cabeza suelta iba de un lado para
otro como si tuviera el cuello roto; sus ojos estaban
cubiertos por un velo blanco y a un lado de su cabeza
brillaba una mancha roja de sangre... y no pude ver
más porque me cegaron las lágrimas. Desde entonces,
no he vuelto a asesinar a ninguna otra criatura que
no me hiciera daño, ni volveré a hacerlo
jamás."
El
cuervo, con su penetrante graznido, parece
encontrarse en todas partes.
Observando
los pájaros
Un buen
Scout es un "ornitólogo" como le llama
Mark Twain; es decir, le gusta acechar a los pájaros
y observar todo lo que hacen. Así descubre dónde y
cómo hacen sus nidos.
No
desea, como el muchacho ordinario, ir a robar los
huevos; lo que le gusta es observar cómo empollan,
cómo alimentan a sus pequeñuelos y cómo les
enseñan a volar. Llega a conocer, por su canto y
manera de volar, todas las especies de pájaros. Sabe
cuáles pájaros permanecen todo el año y cuáles
llegan sólo en ciertas estaciones; la clase de
alimento que toman; cómo cambian su plumaje; qué
clase de nidos construyen y cómo son sus huevos.
Mucho se
puede aprender de Historia Natural observando a los
pájaros de la propia localidad, especialmente si se
les alimenta a diario durante el invierno. Es
interesante, por ejemplo, notar su diferente manera
de cantar, cómo unos cantan para hacerle el amor a
la hembra y otros, como el gallo de la puerta del
granero, cacarean o cantan para retar a otros a
pelear. La gaviota macho se pone en ridículo cuando
trata de cantar para las damas y presumir, y el viejo
cuervo no le va en zaga.
Cuando
un polluelo cae del nido, los padres van a donde
está para alimentarlo.
También
es interesante ver cómo salen del cascarón los
pájaros: algunos salen sin una sola pluma, sus ojos
cerrados y los picos abiertos. Otros, enteramente
cubiertos de plumas como vello y llenos de vida y
energía. Las cercetas pequeñas, no bien acaban de
salir del cascarón, comienzan a nadar; los pollitos,
en unos cuantos minutos principian a correr, mientras
que un gorrión no se puede bastar a sí mismo en
varios días y tiene que ser alimentado y criado por
sus padres.
Long
escribe también: "Observad, por ejemplo, el
nido de un cuervo: un día veréis a la madre parada
cerca del nido extendiendo sus alas sobre sus
pequeñuelos. Pronto, éstos se levantarán y
extenderán también sus alas, imitándola. Esa es la
primera lección. Al siguiente día, quizás veréis
a la pájara grande levantarse sobre la punta de las
patas y sostenerle así, por medio de un aleteo
vigoroso. De nuevo la imitan los pequeños y pronto
aprenden que en sus alas está el poder que los ha de
sostener en el aire. Un día más tarde, veréis a
padres e hijos ir de rama en rama alrededor del nido,
ayudados por sus alas en los saltos largos. Los
pequeños, sin darse siquiera cuenta que se les está
enseñando".
Muchas
especies de pájaros se están acabando porque los
muchachos roban los huevos cuando encuentran sus
nidos.
Nidos
de aves
El
buscar los nidos de los pájaros se parece mucho a la
caza mayor: se buscan los lugares en que, como
cazador, se sabe se encuentran los que uno busca; se
observa a los pájaros ir y venir, y así se da con
el nido; pero no para ir entonces a destruirlo y
apropiarse de los huevos. Si sois verdaderos
coleccionistas, tomad un huevo solamente y dejad el
resto pero, sobre todo, no quitéis el nido de su
lugar, pues de lo contrario los padres lo
abandonarán y todos aquellos huevos que pudieron ser
otros tantos pájaros felices, se habrán perdido.
Mejor
aun que tomar un huevo es sacar una fotografía del
nido o hacer un dibujo de la pájara echada, o hacer
una colección de fotografías de las diferentes
clases de nidos hechos por las distintas clases de
pájaros.
Peces
y pesca
Todo
Scout debe saber pescar para poder obtener comida por
ese medio. Un Pie Tierno muriéndose de hambre a la
vera de un arroyo lleno de peces seria una cosa
estúpida, y sin embargo, puede darse el caso con
alguien que jamás haya aprendido a pescar.
El arte
de pescar requiere muchos de los puntos del
escultismo, especialmente cuando se pesca con mosca
artificial. Para tener éxito hay que conocer los
hábitos y peculiaridades de los peces, cuáles son
sus guaridas, en qué clase de tiempo se alimentan y
a qué hora del día, qué clase de alimento es el
que les gusta, a qué distancia pueden ver a uno, y
otras cosas por el estilo. Sin estos conocimientos,
ya podéis estar pescando hasta que se os ponga la
cara azul, que no tendréis éxito.
Los
peces, generalmente, tienen sus guaridas particulares
en el arroyo, las cuales, una vez descubiertas, os
dan la oportunidad de acercaros y observar lo que
ellos hacen.
Después,
tendréis que saber hacer nudos muy especiales, con
tripa delicada, lo cual es muy enredado para un
muchacho cuyos dedos son todos pulgares.
Aquí os
doy algunos, pero hay muchos más. Los que aquí os
doy, están dibujados a medio hacer, ya listos para
apretarse.
He aquí
la lazada volteada:
Para
unir una gaza con una cuerda, hay que hacerlo así:
El
mismo nudo, más o menos, es el que se usa para atar
un anzuelo a la cuerda:
Para
unir dos cuerdas, aún cuando no sean del mismo
grueso, hay que hacerlo así:
Además,
hay que tener paciencia infinita. La cuerda se os
enreda en los arbustos y en los juncos, o en vuestros
propios vestidos y, cuando no encuentra en qué
enredarse, se enreda en sí misma haciéndose un
nudo. Pero de nada sirve enojarse. En tales casos,
sólo hay dos cosas que hacer: la primera es sonreír
y la segunda, ponerse a desenredarla. Posteriormente,
tendréis grandes contratiempos cuando vuestra cuerda
se reviente y deje escapar el pez que ya había
mordido, y otras cosas por el estilo. Mas recordad
que eso pasa siempre a todo principiante y constituye
las dificultades que da tanto gusto vencer.
Cuando
hayáis cogido un pescado, haced lo que yo hago:
guardad sólo los que necesitéis para comer o para
coleccionar y devolved los otros inmediatamente al
río El piquete del anzuelo en el cuero de la boca no
les lastima mucho tiempo y pronto vuelven a nadar
felices en el agua.
Si
usáis mosca seca, es decir, si en vez de sumergirla
en el agua la conserváis en la superficie, tendréis
que acechar los peces lo mismo que se hace con el
venado o con cualquier otra caza, porque, las truchas
por ejemplo, tienen muy buena vista y son muy
cautelosas.
Podéis
también pescar con redes o, como con frecuencia
tienen que hacerlo los Scouts, con arpones de tres
afiladas puntas. Muchas veces lo he hecho así, pero
se necesita práctica.
La
pesca de la trucha requiere mucha habilidad y
astucia.
La
trucha pelea con fuerza, por lo que debéis estar
alerta para poderla coger.
Reptiles
Un
Scout, por supuesto, tiene que saber acerca de las
culebras ya que, en la mayor parte de las regiones
silvestres se las encuentra uno en cantidad y algunas
veces son sumamente peligrosas.
Las
culebras, algunas veces se arrastran dentro de las
tiendas y debajo de las cobijas o dentro de las
botas. Las personas que viven, o han vivido en las
regiones en que hay culebras, revisan cuidadosamente
debajo de sus cobijas antes de meterse en la cama y
sacuden sus botas al levantarse. Yo todavía, por la
fuerza de la costumbre, lo hago a veces en casa.
Las
culebras, generalmente, no gustan de arrastrarse
sobre cosas ásperas, por lo que, en la India, con
frecuencia se construyen caminos de piedras quebradas
con aristas muy vivas, alrededor de las casas,
evitando así que las culebras se introduzcan en
ellas.
Cuando
estaba yo en la escuela, acostumbraba atrapar
culebras, por medio de un palo largo con un pequeño
tenedor en la punta. En cuanto veía una culebra la
acechaba y colocaba los dientes del tenedor a los
lados de su cuello; luego, la amarraba con tires de
un pañuelo viejo y me la llevaba para vendérsela a
alguien que quisiera tener una en su casa. Pero no
son buenas para tenerse en casa, ya que mucha gente
les tiene horror. Y no es justo tenerlas donde puedan
asustar a alguien.
Culebras
venenosas
Las
culebras venenosas llevan el veneno en bolsas dentro
de la boca Generalmente están provistas de dos
colmillos o dientes largos y puntiagudos, colocados
sobre una especie de bisagras. Los colmillos
descansar paralelos a las encías de la culebra,
hasta que ésta se enoja y desea matar a alguien;
entonces se enderezan y ella, lanzando la cabeza
hacia adelante, ataca a su enemigo clavándole los
colmillos y pasando el veneno, a través de los
agujeros que tienen éstos en la punta, a las heridas
que con ellos acaba de hacer. El veneno va así a las
venas y es llevado por la sangre a todo el cuerpo en
unos cuantos segundos, a menos que, violentamente se
tomen providencias para detener la sangre, ligando
las venas y chupando el veneno por la herida. El
veneno de las culebras no es dañino si se traga.
Insectos
Los
insectos son animales interesantísimos de
coleccionar, observar y fotografiar.
Para el
Scout afecto a la pesca o al estudio de las aves y
los reptiles, es además de gran utilidad e
importancia el saber cuáles insectos son el alimento
favorito de estos animales y en qué época del año,
y a qué hora del día.
Solamente
acerca de las abejas, se han escrito libros enteros,
ya que éstas tienen poderes admirables para
construir su panal, para encontrar su camino a muchos
kilómetros de distanciaalgunas veces hasta
nueve, para encontrar la clase de flores que
les produzcan el licor azucarado para hacer la miel y
regresar con ella a la colmena. Son un modelo acabado
de comunidad: respetan a su reina y matan a las que
no quieren trabajar.
Algunos
insectos son también útiles como alimento. En la
India y en el Africa del Sur las langostasunos
saltamontes muy grandesse comen. En Mafeking,
nos daba mucho gusto que cayeran una o dos nubes de
ellas. Conforme tocaban el suelo, las matábamos
golpeándolas con sacos vacíos antes de que trataran
de volar nuevamente. Luego las dejábamos secar al
sol; las machacábamos con una piedra y nos las
comíamos. Las hormigas son un sustituto de la sal.
Las
hormigas, salvadores de vidas
Sé de
otro caso en que las hormigas, no sólo fueron de
utilidad, sino que salvaron la vida de varios
hombres.
Una
niña nativa ayudó a los sabios profesores
sedientos, cuando viajaban por Australia.
Eran
éstos una partida de hombres de ciencia que
excursionaban por las selvas de Australia en busca de
plantas, animales, reptiles y sabandijas raras. En el
desierto se les acabó el agua. Lucharon horas
enteras hasta enloquecer de sed y quedar
completamente debilitados y exhaustos. Parecía que,
como otros muchos exploradores antes que ellos,
sufrirían un colapso y morirían. Afortunadamente, y
para su alivio, apareció una niña nativa. Por
señas le indicaron que se morían de sed y que
deseaban que fuera a traerles agua. Por toda
respuesta les señaló una fila de hormigas que
trepaban a un árbol baobab (este árbol tiene el
tronco grueso y hueco a manera de tanque). La
pequeña niña tomó del suelo una paja larga y con
ella- subió al árbol hasta un agujerito que en su
tronco habían abierto las hormigas y por donde se
metían a su interior, e introduciendo por él una
punta de la paja y la otra en su boca, chupó el
agua.
En esta
forma, aquella pequeña salvaje del desierto enseñó
a aquellos sabios algo muy valioso que ellos, a pesar
de sus estudios y de toda su ciencia, no conocían.
Espero
que si con ellos se hubiera encontrado un Scout,
habría sabido de este árbol o, por lo menos,
habría usado sus ojos y su intelecto y, habiendo
observado a las hormigas, habría adivinado para qué
usaban aquel agujero en el árbol.
Observando
a los insectos
No
parece ser muy interesante el observar a los
insectos; sin embargo, el gran naturalista francés
Henri Fabre, hijo de unos campesinos, ocupó sus
días estudiando la vida y hábitos de los insectos y
descubrió un sinnúmero de cosas curiosas acerca de
ellos y acabó siendo universalmente famoso por sus
estudios.
Algunos
insectos son nuestros amigos, tales como el gusano de
seda y el coquito de San Antón. Pero otros son
nuestros enemigos; destruyen las verduras y atacan a
las flores. Todos vosotros sabéis cómo el mosquito
propaga enfermedades tan peligrosas como la malaria y
la fiebre amarilla. Tampoco necesito recordaros cómo
la mosca doméstica puede transmitir los gérmenes de
las enfermedades y cómo, por eso, debe cuidarse de
que los alimentos estén siempre bien cubiertos,
tanto en casa como en el campamento, y no permitir
que los desperdicios sean tirados dondequiera.
PRACTICAS
DE PATRULLAS EN OBSERVACION DE ANIMALES
En el
campo, enviad a los Scouts a cerciorarse por medio de
la observación de los puntos siguientes, e informar
sobre ellos:
¿Cómo
escarba su agujero un conejo silvestre? Cuándo
están reunidos varios conejos, ¿corren porque los
otros corren, o cada uno mira a su alrededor para
cerciorarse del peligro que los amenaza antes de
echar a correr?
El
picamaderos, ¿rompe la corteza para llegar hasta los
insectos que hay en el tronco de un árbol?, ¿o los
atrapa en los agujeros?, ¿o cómo lo hace?
Una
trucha, cuando se espanta al pasar una persona por la
villa, ¿nada con o contra la corriente? ¿Se aleja
de allí definitivamente, o regresa luego al mismo
lugar?
* * *
En una
ciudad grande, llevad a los Scouts al jardín
zoológico o al museo de Historia Natural para que
estudien a los animales. Seis serán suficientes para
un día.
* * *
Aprended
todo lo relativo al animal de vuestra patrulla.
Aprended su llamada, descubrid su guarida, sus
huellas y sus hábitos si no es un animal originario
de la localidad, estudiadlo en el museo o en el
parque zoológico.
* * *
Haced
que cada patrulla escriba un diario de su vida al
aire libre durante un mes y luego comparad los
resultados. Todos los Scouts deberán contribuir con
algo para el diario como una nota de una cosa que
hayan visto el dibujo de un animal o de algún
pájaro. O bien, que formen un álbum con recortes de
periódicos o revistas de fotografías de la
Naturaleza, apuntes sobre la vida al aire libre,
calendarios de la Naturaleza, etc.
Alentad
a los muchachos para que tomen fotografías, ya que
hasta la cámara más corriente puede usarse para
retratar el lugar en que cada clase de pájaros hace
su nido.
* * *
El
alimentar a los pájaros se puede practicar tanto en
la ciudad como en el campo, especialmente en el
invierno. Una bandeja con alimento colocada en el
alféizar de una ventana atrae a diferentes pájaros.
La provisión de agua durante el verano también es
de importancia.
Fórmese
una biblioteca de patrulla con libros bien
ilustrados, que permitan reconocer los animales,
pájaros, reptiles, Pescados e insectos.
* * *
Tratad
de conseguir unos anteojos de campaña para el uso de
la patrulla, pues es un buen entretenimiento el
observar los pájaros y animales. También
familiarizad a vuestros Scouts con el uso de la lupa
o lente de aumento y, si os es posible, con el
microscopio. Todos los instrumentos atraen a los
muchachos Y el mundo nuevo que se les presenta a la
vista fascina a muchos Scouts.
En el
campo podéis construir un "club" para los
pájaros, con su "comedor",
un
cacharro para agua limpia y unas ramas para que
puedan haraganear en ellas