Rema tu
Propia Canoa
o
Consejos a los muchachos
(Paddle your own canoe or Tips for boys)
Por Lord
Baden-Powell de Gilwell
Capítulo 14
VALOR
De los leones y
cazadores de leones
Ustedes conocen la frase "Fiero como un león"
pero nunca oimos decir "Fiero como un cazador de
leones" Aunque el valor de algunos cazadores nativos
es difícil de superar.
Te dije en el capítulo anterior cómo si eres buen
acechador y tienes audacia, te mantendrías firme cuando
un animal salvaje venga hacia ti, ya que puede ser no
sólo para verte bien, sino también para atacarte. ¡La
dificultad está en saber a qué viene! Así que
necesitas también ser buen corredor o trepador de
árboles por si acaso...
Un gran amigo mío resolvía esto a su manera. Era un
cazador zulú y rastreabamos juntos un león, siguiendo
sus huellas.
Esto nos llevó a una espesura de arbustos espinosos, muy
semejantes a las matas de frambuesas de Inglaterra, donde
los animales habían hecho túneles para esconderse.
Mi idea era esperar afuera y vigilar la salida del señor
león. Pero Umpula pensaba diferente. Su plan, que me
explicó cuidadosamente, era que ambos entráramos y
sacáramos al león muerto, si era posible, Por supuesto.
"Sí, Umpula, eso está muy bien, pero
¿cómo?".
"Bueno, usted se arrastra en cuatro pies con su
rifle listo, y yo lo sigo de cerca. Cuando vea al león,
apunte bajo de modo que su bala, Si no lo hiere, levante
tal nube de polvo que le impida vemos bien cuando se nos
abalance. Yo protegeré a ambos con mi gran escudo, y
cuando salte sobre nosotros lo heriré en la panza con mi
assegai, y ése será el fin del señor león. Muy
fácil, ve".

"Sí, oh sí,
muy fácil". Pero tenía una pequeña duda sobre si
no era igualmente fácil para el león, cuando viera a
los hombres bamboleándose sobre su panza, en la
espesura, saltarles sobre ellos y hacerlos pedazos. La
verdad, no me gustaba nada la idea de Umpula. Pero aunque
estés en un predicamento no debes mostrarlo. Entonces es
tiempo de silbar y sonreír. Así es que esbocé una
forzada sonrisa, y con rodillas y manos me arrastré por
el negro agujero del matorral.
Ciertamente me animó el hecho de que Umpula me seguía
con su escudo cubriéndome como un techo. Esto, aunado a
la evidente astucia y valor del hombre, hizo nacer una
chispa de confianza en mí, así que me encontré yendo
hacia adelante con la emoción de la aventura.
Así seguimos serpenteando por el oscuro túnel con sus
múltiples salidas laterales, cualquiera de las cuales
podía ser el escondite del león.
Seguimos arrastrándonos, yo iba con el corazón en la
boca hasta que vimos un destello de luz y pronto la
abertura del túnel que nos llevaba a su desembocadura.
"Todo Bien, sonó en mi corazón, mientras mi lengua
le decía a Umpula" "Qué pena, se nos
escapó".
Pero el hombre no tenía sentido del peligro. Algunas
gentes nacen así, la mayoría de nosotros no, pero los
más valientes de todos son los que, sintiéndose
temerosos, conquistan su miedo y no permiten que los
demás lo noten. Al hacerlo así inspiras valor a los que
te rodean, quienes quizá no estén muy contentos.

Aquí en Kenya a
los jóvenes de la tribu Masai, como a los de otras
tribus, se les enseña a ser valientes aún a costa de
sus vidas. Quisiera que tuviéramos esa enseñanza para
los scouts, aunque debo decir que muchos han mostrado que
tienen ese valor sin necesidad de que se les enseñe.
La escuela de los Masai es, de hecho, una cacería de
leones. Un grupo completo sale, armado cada uno sólo con
un assegai y un escudo. Cuando encuentran un león, los
cazadores forman un círculo amplio alrededor de él y se
acercan gradualmente. El león intenta salir en varias
direcciones, pero siempre encuentra su salida cortada por
una barrera de hombres que avanzan hacia él.
El círculo se acerca más y más, hasta que los
guerreros están casi hombro con hombro. Al fin el león
ve que su única oportunidad es cargar y romper el cerco.
Se lanza hacia el hombre más cercano y posiblemente lo
tira con su peso y lastima a uno o dos más con sus
garras, pero los otros lo hieren con sus lanzas con
efecto letal.
El primer hombre que hiere al león, recibe su melena
para usarla como un adorno distintivo en la cabeza. Esto
es considerado tan gran honor, como la Cruz de Bronce de
los Scouts, que todos están ansiosos de ser el primero
en atacar al animal. Consecuentemente, antes de que el
león ataque, es atacado por los guerreros que lo hieren
aún a riesgo de ser muertos o gravemente heridos en el
intento.
¡Qué buena escuela es ésa!

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